jueves, 11 de noviembre de 2010

(Cíber) Activos

ATENTOS. La llamada revolución digital ha cambiado a los peruanos, especialmente a los jóvenes quienes cada vez más son parte de los cambios 2.0 en donde las herramientas en línea como el Facebook, Twitter, los blogs, sirven como plataformas de difusión de información, opiniones y conocimiento. No nos quedamos atrás: el Perú está, no solamente alerta a los cambios de otros países, sino que se ve un intento de peruanizar el 2.0. ¿Lo hemos logrado o somos simplemente meras copias de países más desarrollados?

Pantalla Perú

El ciberactivismo es una palabra sombrilla que cobija distintos conceptos bajo ella. El primero y más notorio es el activismo social a través del cual grupos tratan de difundir retos sociales, como problemas en la educación o la violencia a la mujer al resto de usuarios. Este modelo copia los intentos realizados en las naciones anglosajonas, como las célebres campañas de Oxfam en contra del comercio injusto o el actual proyecto de One Billion Hungry que motiva a las personas a registrarse para generar presión para que los políticos traten de solucionar el problema de hambruna global.


Campaña de la ONG Oxfam (2005) a favor del comercio justo (en contra de subsidios que favorecen la sobreproducción en la UE). Algunos de sus protagonistas: Colin Firth, Chris Martin y Alanis Morrissette


¿Qué tienen estos proyectos en común? Ambos tienen campañas seguidas por millones de personas alrededor del mundo (en el caso de 1 billion hungry ya son más de 2.5 millones), ambos son apoyados por celebridades y organizaciones globales, ambas son protagonizadas por actores famosos y ambas hacen uso de la creatividad para llamar la atención.

Existe en línea, entonces, una tremenda competencia de activismo. La manera en que las campañas se diferencias es a través de la creatividad. El empleo de conceptos como testimonios de celebridades, vídeos de estos o simplemente poner su cara en afiches que apoyen la causa suele ser lo más común. En estos últimos meses se ha forjado en el país la campaña VPerú, basada en el proyecto de la dramaturga americana Eve Ensler esta es una campaña para incrementar la conciencia acerca del tema de la violencia en contra de la mujer. En Lima, en la semana del 22 al 28 de noviembre se realizarán diversos eventos que apoyen esta causa y el vídeo que se ve abajo, con mujeres famosas del país, está siendo difundido por las redes sociales.




Pero en nuestro país no solamente se utiliza el activismo en la forma de campañas de concientización sino que el ciberespacio ve reflejada la naturaleza emprendedora de los peruanos. Blogs en donde se comparten opiniones y conocimiento de ámbitos tan distintos como son la política y la gastronomía, video bloggers que publican entrevistas variopintas y, qué decir, de la gran cantidad de negocios vía Facebook en donde se vende ropa de Asia, prendas de vestir de verano, maquillaje, postres, entre otros (ver imagen inicial para darse una idea). Además, la web 2.0 en su versión peruana es un medio de publicidad en donde, a través de poder ser fan de una empresa el usuario puede ver lo que estas ofrecen. Con un solo click los consumidores pueden ver toda una gama de productos sin tener que salir de la silla de su cuarto.


¿Revolución cibernética?

La pregunta que subyace esta nueva tendencia en línea del cyber-activismo es si este movimiento puede verdaderamente generar un cambio social. El escritor americano Malcolm Gladwell considera que esto es imposible. Llega a mencionar que movimientos como el que apoyaba los derechos civiles de la población afroamericana en EEUU durante la década de los sesenta no hubieran sido posibles en un contexto actual en donde las personas se pasan la voz a través de grupos de Facebook o twits. ¿Por qué? Piensa que el activismo social actual está basado en lazos de conexión débiles en donde las campañas son masivas y no existen relaciones cercanas entre la mayoría de los grupos, no solamente por el gran número de personas que albergan estos movimientos 2.0 sino que muchos no están relacionados directamente con el tema en cuestión. Además menciona que las redes actuales son libres de riesgo, distintos a movimientos pro derechos civiles o a favor del voto de la mujer en décadas pasadas. No hay un temor creciente acerca de un riesgo penal y, en las redes sociales, no solamente es gratis en términos de dinero el participar sino que las redes te piden la mínima información disponible para unirte a la causa. Finalmente, él argumenta que lo 2.0 carece de una jerarquía lo que hace que la coordinación y la acción sean difíciles de obtener.

Pero no es imposible. A pesar de que ahora vemos también el fenómeno de slacktivism en donde las personas se unen a grupos simplemente para obtener la aprobación de amistades y no por una convicción personal, existen grupos que sí logran difundir sus ideas en la red. Blogueros como Yoani Sánchez, cubana, logran transmitirle al mundo a través del internet lo que verdaderamente ocurre dentro de su país. Además, como cuenta Maria Popova de la página web Brain Pickings, el ciberactivismo nos hace ser más empáticos y receptivos a nuevas ideas y personas, además de promover el voluntariado como ocurre con los traductores ad honorem que traducen las célebres charlas de TED a distintos idiomas.

Quizás se debe tener en cuenta la diferencia entre amigos verídicos, amigos de Facebook y seguidores en Twitter. Tener en cuenta que las redes sociales son un medio de comunicación y participación que, aunque le falta llegar a la acción, esta última debería ser protagonizada lejos de las computadora. Porque en el comienzo, y también en el final, no somos (ni seremos) 2.0, sino simplemente 1.


Entrada elaborada para el Festival Global Voices. Tema: Internet y cíberactivismo.

Foto logos: Elaboración propia. Logos: Páginas en línea de las distintas organizaciones, blogs, empresas.

2 comentarios:

Madame Kandinsky dijo...

Yo me considero chapada a la antigua pero la verdad que desde que tengo mi Blackberry soy una mujer completamente feliz al estar conectada 24/7 y poder mandar fotos, videos, mensajes instantaneas sin necesidad de bajarme cosas a la computadora! Soy mas feliz que antes? Quizas si quizas no, pero la verdad que me siento del primer mundo por estar conectada asi, con los ultimos gadgets tecnologicos! Cuando saco mi BB y me conecto, me siento menos sudaca, y mas cosmopolita. Huachafa quizas, pero huachafa feliz!

Anónimo dijo...

Que buen ejercicio reflexivo el que ud. realiza a través de su post. Definitivamente aún hay mucho por analizar en lo 2.0.

Gracias por participar del Festival de Blogs de Global Voices.

Saludos,

Cati Restrepo