sábado, 6 de noviembre de 2010

Pegajosos

Las ideas, los mensajes y los comportamientos se propagan tal y como lo hacen los virus.

Esto lo plantea el periodista americano Malcolm Gladwell en su libro "The Tipping Point" (o "El punto de inflexión") en donde explica los actores y las circunstancias que logran que las ideas se difundan. Para él las ideas deben ser simples y para que se tornen en epidemias estas deben cumplir la siguientes tres leyes:

1. La regla de los pocos. La transmisión de ideas depende de un grupo pequeño y selecto de personas que tienen el poder de convocatoria suficiente para empezar la epidemia.

2. El factor pegajoso. Dentro de las propias ideas debe existir algún componente que haga que el concepto sea particularmente memorable para la gente.

3. El poder del contexto. La efectividad de una idea responde al lugar y la situación en donde se está reproduciendo y difundiendo.

¿A qué empresa no le gustaría que estas tres leyes se cumplieran para un producto? En su libro, Gladwell relata el ejemplo de las zapatillas de marca Hush Puppies, las cuales, en un principio no eran populares y luego, debido a que un grupo de personas en Nueva York en los noventa comenzaron a usarlas, estas se volvieron en un fenómeno de la moda.

Las personas son fundamentales. Sin un par de personas detrás, las ideas simplemente no se transmiten. Y pasa en todos lados. Siempre hay hombres o mujeres con un mayor poder de convocar eventos, reuniones, fiestas. Se podrían llamar, las personas influencias o, cómo se ve en el documental corto de abajo, los "Influencers".


El poder de uno (y de una carta)

A pesar de que este documental se centra en las personas que difunden tendencias en la ciudad de Nueva York, logra mostrar cómo son pocos los que ponen en marcha tendencias o decisiones. En el caso de las grandes ciudades americanas estas giran en torno a la industria de la música, del cine y de la moda. ¿Y en el caso peruano? La gastronomía es una tendencia que, acompañado por un grado de orgullo nacional, ha sido cada vez más desarrollada por una persona: Gastón Acurio. Solo se necesito una simple idea: la gastronomía peruana es la mejor para que luego se pase el punto de inflexión hacia una avalancha de programas de cocinas, infinidades de libros de recetas, festivales y hasta un juego gastronómico peruano al mismo estilo Trivial Pursuit.

Las tendencias políticas y legales no se quedán detrás. En setiembre, el escritor Mario Vargas LLosa, quién presidía el proyecto del Museo de la Memoria en el Perú (en conmemoración a las víctimas del terrorismo) renunció a su cargo. ¿Por qué? El decreto legislativo 1097 que se quería promulgar, el cual favorecía a personas condenadas por crímenes en contra de los derechos humanos.

MVLL le pide a García en esta carta:

Ojalá tenga usted el mismo valor para rectificar una vez más, abolir este innoble decreto y buscar aliados entre los peruanos dignos y democráticos que lo llevaron al poder con sus votos en vez de buscarlos entre los herederos de un régimen autoritario que sumió al Perú en el oprobio de la corrupción y el crimen y siguen conspirando para resucitar semejante abyección.

Y le hicieron caso. El decreto se derogó. Las autoridades negaron que el nobel haya influido en esta opinión pero el rápido cambio de opinión pareciera subrayar el poder de uno. El momento y el tiempo debe ser el adecuado y a MVLL en los ochenta no le hicieron tanto caso. En otra carta al presidente García, esta vez con fecha del 22 de junio de 1986, Vargas se queja de las matanzas realizadas en penales como El Frontón y Lurigancho, los cuales atentaban en contra de la democracia en el país y en la imagen de la nación en el exterior. Esta vez no le hicieron tanto caso. Quizás si se hiciera pública la carta de nuevo, con la fama actual del escitor, se pondría a la luz el tema de nuevo. Como plantea Gladwell, no nos podemos olvidar del contexto: el tiempo, le momento, el lugar, y las circunstancias.



2 comentarios:

Dinorider d'Andoandor dijo...

eso, el contexto

Cicm dijo...

Claro, se trata del respecto que se tenga al que promueva la idea... así no más no seguimos ideas..